Orientador De La Causa Socialista
Juan Campos Vega, Vicepresidente del Comité Nacional Mexicano de Coordinación de Estudios de la Idea Juche, Presidente del Instituto Mexicano para el Estudio de la Idea Juche
HOY el pueblo coreano, superando toda clase de provocaciones y vicisitudes, marcha vigorosamente por el camino del socialismo bajo la orientación del Partido del Trabajo de Corea (PTC), que fundado hace 75 años, el 10 de octubre de 1945, por el Presidente Kim Il Sung, se ha hecho un partido experto y probado que siempre conduce al pueblo hacia la victoria y un partido invencible que goza del apoyo y la confianza de todos los sectore
La historia de 75 años del PTC comprueba que su dirección es la garantía decisiva para la victoria de la causa de independencia de las masas populares, la causa socialista.
El Partido del Trabajo de Corea ha venido fortaleciendo el artífice de la causa socialista y elevando su papel. Concientizó, despertó y organizó a las gentes que, sin ningún derecho durante largo tiempo, sufrían explotación, opresión y miseria, para que forjaran de manera independiente y creadora su destino, fueran el sujeto independiente de la historia. Formó impecablemente a los obreros, campesinos, intelectuales y otros sectores del pueblo en las ideas socialistas y los agrupó a toda la sociedad como un organismo sociopolítico.
Hoy en Corea, el PTC es el centro de la dirección de la sociedad y todo el pueblo está aglutinado con la misma voluntad en torno al partido.
Ha logrado que las masas populares desplieguen su inagotable fuerza creadora en la construcción socialista.
A raíz de la liberación del país (15 de agosto de 1945), frente a la compleja situación creada, estableció organizaciones de masas y un gobierno popular, presentó a las masas populares como dueñas de la política y del país, y promovió la Campaña de Movilización Ideológica General para la Construcción del Estado, el Movimiento de Emulación por el Aumento de la Producción, el de Alfabetización y otro por el estilo para despertarlas y exhortarlas activamente a la construcción de una nueva sociedad.
El elevado entusiasmo de las masas hizo posible eliminar los residuos de la dominación colonial del imperialismo japonés y realizar con éxito y en un corto espacio de tiempo los cambios democráticos como la reforma agraria y la nacionalización de la industria.
El Partido del Trabajo de Corea ha presentado correctas estrategias y tácticas para impulsar victoriosamente la causa socialista.
En cada período y etapa de la revolución y su construcción practicó lineamientos y políticas que se conformaban con la aspiración de las gentes y la situación del país.
En la segunda mitad de la década de 1950 propuso una original orientación de cambiar por vía socialista la forma de la economía rural antes que la tecnología, en la realización de la cooperativización agrícola que es un importante componente de la revolución socialista y practicó una política de apoyarse firmemente en los agricultores pobres, estrechar la unión con los medianos y restringir y transformar a los ricos, terminando así con éxito entre 4 o 5 años la tarea que representa un grave cambio social.
Además, presentó la línea principal de la construcción económica socialista de fomentar con preferencia la industria pesada y junto con esto la ligera y la agricultura, y otra de la fundación de la economía nacional independiente y llamó enérgicamente a toda la población a su realización, para convertir sólo en 14 años el país en el industrial socialista.
En todo el curso de la realización de la causa socialista mantuvo y aplicó constantemente los principios revolucionarios.
Solidificó y desarrolló continuamente el ya establecido régimen socialista conforme a la demanda de independencia y el interés de las masas populares y a la naturaleza de la causa de independencia de éstas. Tanto más consecuentemente mantuvo y aplicó los principios revolucionarios cuanto más se intensificaba la ofensiva antisocialista de los imperialistas que violan la independencia de las masas populares. A finales del siglo pasado había el desplome del socialismo en varios países, las persistentes maniobras de las fuerzas aliadas imperialistas acaudilladas por EE. UU. para aislar y suprimir a Corea, el inesperado deceso del Presidente Kim Il Sung, fundador de la Corea socialista, las sucesivas calamidades naturales de varios años que pasaba este país, etc., cuando el mundo occidental exponía que “el derrumbe de Corea es cuestión de tiempo”. Después del fallecimiento del Presidente Kim Il Sung, el Dirigente Kim Jong Il declaró con solemnidad: “¡Que no me esperen ningún cambio!” y practicó más globalmente la política de Songun (priorizar los asuntos militares), lo cual permitió que el socialismo coreano superara pésimas dificultades, al proponer una meta más elevada: gran potencia socialista próspera, y avanzara con dinamismo para alcanzarla.
A través de las experiencias prácticas de vida el pueblo coreano está convencido de que el PTC siempre lo lleva a la victoria y la gloria y su dirección es, de veras, la garantía de la victoria de la causa socialista.
No cabe duda alguna que triunfará sin falta la causa socialista del pueblo coreano orientado por el Partido del Trabajo de Corea, encabezado por su Máximo Dirigente Camarada Kim Jong Un.